Dedicación, valores y esfuerzo han tenido este sábado premio en la séptima y penúltima jornada del Critérium du Dauphiné 2022, en la que un ciclista y persona 'diez', Carlos Verona (Movistar Team), coronó doce años de trabajo incansable con una merecida primera victoria en profesionales en la estación de esquí de Vaujany.

El madrileño remató una preciosa jornada, con la ascensión de salida al Galibier (cat. Especial) y el paso por la interminable Croix-de-Fer (Especial), donde Verona y Gregor Mühlberger (imagen superior), parte de una fuga de 18 corredores, se revelaron como dos de los más fuertes. El austríaco agitó el grupo y secó los movimientos más importantes para que luego Carlos pudiese pasar a la acción nada más coronar el segundo ascenso, saltando junto a Elissonde (TFS) y dejando al galo atrás a 5 km de la llegada, iniciando el último puerto.

Pese a las acometidas de los favoritos y el furibundo movimiento final de Primoz Roglic (TJV), a la postre 2º, Verona pudo saborear, tras un agónico esfuerzo, las mieles del triunfo y elevar a Movistar Team a las 17 dianas en 2022. Matteo Jorgenson sigue 8º en la general -a solo 1" del liderato de los Jóvenes- antes del decisivo envite del Plateau de Solaison (Especial), este domingo, previo paso por la Colombière (1ª).

DECLARACIONES / Carlos Verona:

“Es increíble. Llevo 12 años de profesional, pienso que siempre a un buen nivel y mejorando, pero siempre me ha faltado la victoria, nunca he sido ganador. En los últimos años he ido ganando confianza, he estado varias veces cerca -dos años 3º en etapas del Tour, 2º en La Vuelta el año pasado-, y hoy cuando estaba en la fuga decía: ‘Tiene que ser hoy’. Ya conocía el final, porque vinimos a reconocer etapas del Tour y aprovechamos para ver este final con el equipo. Tengo que agradecer enormemente a Gregor Mühlberger el súper trabajo que ha hecho para mí en la escapada. Nos hemos sabido mover bien dentro de la fuga, las piernas han acompañado y, por fin fin, estrenar el palmarés… muy contento.

“En el final pensaba: ‘Ya verás, con la suerte que tengo, me viene Roglic como un avión y me va a pasar…’. He hecho una cronoescalada; tenía a Patxi, que es mi entrenador, atrás dándome ánimos y referencias. He sufrido, sufrido, sufrido, y solo a 200 metros de meta he mirado para atrás para asegurarme, porque iba en un nivel de agonía increíble, y he disfrutado muchísimo. Me he acordado de mi mujer e hijos, porque al final es mucho tiempo lejos de ellos, en altura, compitiendo… son mi motivación. Esta victoria va por ellos y por el equipo. No están siendo años fáciles y nos la merecemos. Mucho trabajo detras, muchos meses de sacrificio… te quitas un peso de encima. Tener esta foto para mí es bonito y una gran motivación, para no conformarme y seguir creciendo”.