Turismo / Mallorca
El sector hotelero mallorquín prevé una ocupación del 80% durante las fechas más señaladas del mes de diciembre
La previsión turística de cara al mes de diciembre ofrece un claro panorama de recuperación en Mallorca.
![[Img #55101]](https://mallorcactual.com/upload/images/11_2022/40_2811601_670.jpg)
Esta es la idea a la que han llegado el tejido hotelero y las compañías aéreas, tanto nacionales como extranjeras, que operan en la isla. El motor clave que sigue aumentando las cifras del sector en las últimas semanas es sin duda la alta cantidad de reservas vacacionales que provienen de países como Alemania, Suiza y Reino Unido. La tendencia es alcista: los datos manejados por las principales aerolíneas reflejan que la ocupación de los vuelos con destino mallorquín para el cierre del año rebasa a actualmente el setenta por ciento.
Desde la dirección de algunos de los hoteles más destacados de la isla se aventuran a predecir el rendimiento turístico que traerán las fechas más señaladas de lo que resta de curso. De este modo, para el puente de la Constitución se estima que la ocupación media alcance el sesenta por ciento, ocho puntos más que en el mismo periodo de 2019, el último ejercicio prepandémico. Por su parte, teniendo en cuenta el volumen de reservas de habitaciones que ya se han realizado, todo apunta a que en Navidad los números de esta misma variable podrían llegar a un nivel del ochenta por ciento, algo menos del doble de lo que se registró en la misma franja de tiempo hace tres años.
Asociaciones, reservas y destinos
Con estas coordenadas de por medio, el optimismo parece haberse instalado en las asociaciones hoteleras de Platja de Palma y de Palma-Cala Mayor. Ambas entidades entienden que el buen estado de forma que anuncian las previsiones se debe en gran medida al flujo constante de los mercados emisores. No en vano, esto ha provocado que en temporada invernal se abran cinco hoteles más que en 2019, un dato que sirve para evidenciar cómo el uso de políticas contra la estacionalización del turismo local está dando resultados.
Si bien es cierto que el sector todavía está pendiente de las reservas de última hora, desde las asociaciones hoteleras consideran que este mes de diciembre irá cobrando fuerza a medida que vayan acercándose los días festivos, como viene siendo habitual. Donde por el momento no se han dado ventas significativas es en los hoteles de tipo boutique, aunque la experiencia también dice que el flujo de clientes en estos alojamientos suele activarse en Palma de Mallorca a medio plazo.
Según la Asociación Hotelera de Palma y Cala Mayor (ASPHAMA), el ochenta por ciento de los setenta y dos hoteles urbanos con actividad en Palma de Mallorca estará en funcionamiento durante el periodo de invierno. El resto permanecerá cerrado de manera puntual para realizar obras de mejora y adecuar sus instalaciones a la nueva regulación turística. En total, serán aproximadamente unas ocho mil plazas disponibles las que tendrá el sector mallorquín para dar respuesta a la demanda de esta temporada media-baja.
Hacia la digitalización del mercado
Uno de los motivos que está detrás de este caudal de números prometedores es sin duda la inversión que la industria hotelera está dedicando a las nuevas tecnologías. El uso del big data en los portales web de los alojamientos se ha convertido en una constante para conocer mejor a la clientela y ofrecerle en consecuencia unos servicios más personalizados. Bajo esta línea, la idea pasa por seguir el modelo de otros entornos digitales que acumulan años de experiencia en una tarea así, como pueden ser el comercio electrónico y las plataformas de juegos de azar.
En el primero de los casos, las tiendas virtuales acostumbran a implementar en sus sistemas informáticos el análisis de datos a gran escala para detectar con exactitud cuáles son los gustos y las preferencias de los compradores, siempre a partir de la información que estos van dejando mientras navegan por la web. El big data permite de esta forma evaluar numerosas variables, como por ejemplo el tiempo que el cursor del ratón permanece sobre los distintos productos y categorías, las franjas horarias en las que se realizan determinadas compras o los métodos de pago más elegidos por el consumidor. Datos, en definitiva, que ayudan a concretar hábitos, tendencias y comportamientos.
Lo mismo sucede con los espacios que se dedican al juego en internet, que han acabado especializándose en el empleo de estas herramientas para saber cómo son sus jugadores y qué necesitan en cada momento. A día de hoy, cualquier casino en vivo destina gran parte de su presupuesto a instalar este tipo de tecnologías, especialmente con el objetivo de analizar datos puedan resultar productivos. Gracias a estos, la industria del juego tiene la opción de conocer, por ejemplo, cuáles son las temáticas de las máquinas tragamonedas con mejor grado de aceptación, qué características de las salas son más exitosas o cuáles son las experiencias de los usuarios durante las sesiones.
Esta es la idea a la que han llegado el tejido hotelero y las compañías aéreas, tanto nacionales como extranjeras, que operan en la isla. El motor clave que sigue aumentando las cifras del sector en las últimas semanas es sin duda la alta cantidad de reservas vacacionales que provienen de países como Alemania, Suiza y Reino Unido. La tendencia es alcista: los datos manejados por las principales aerolíneas reflejan que la ocupación de los vuelos con destino mallorquín para el cierre del año rebasa a actualmente el setenta por ciento.
Desde la dirección de algunos de los hoteles más destacados de la isla se aventuran a predecir el rendimiento turístico que traerán las fechas más señaladas de lo que resta de curso. De este modo, para el puente de la Constitución se estima que la ocupación media alcance el sesenta por ciento, ocho puntos más que en el mismo periodo de 2019, el último ejercicio prepandémico. Por su parte, teniendo en cuenta el volumen de reservas de habitaciones que ya se han realizado, todo apunta a que en Navidad los números de esta misma variable podrían llegar a un nivel del ochenta por ciento, algo menos del doble de lo que se registró en la misma franja de tiempo hace tres años.
Asociaciones, reservas y destinos
Con estas coordenadas de por medio, el optimismo parece haberse instalado en las asociaciones hoteleras de Platja de Palma y de Palma-Cala Mayor. Ambas entidades entienden que el buen estado de forma que anuncian las previsiones se debe en gran medida al flujo constante de los mercados emisores. No en vano, esto ha provocado que en temporada invernal se abran cinco hoteles más que en 2019, un dato que sirve para evidenciar cómo el uso de políticas contra la estacionalización del turismo local está dando resultados.
Si bien es cierto que el sector todavía está pendiente de las reservas de última hora, desde las asociaciones hoteleras consideran que este mes de diciembre irá cobrando fuerza a medida que vayan acercándose los días festivos, como viene siendo habitual. Donde por el momento no se han dado ventas significativas es en los hoteles de tipo boutique, aunque la experiencia también dice que el flujo de clientes en estos alojamientos suele activarse en Palma de Mallorca a medio plazo.
Según la Asociación Hotelera de Palma y Cala Mayor (ASPHAMA), el ochenta por ciento de los setenta y dos hoteles urbanos con actividad en Palma de Mallorca estará en funcionamiento durante el periodo de invierno. El resto permanecerá cerrado de manera puntual para realizar obras de mejora y adecuar sus instalaciones a la nueva regulación turística. En total, serán aproximadamente unas ocho mil plazas disponibles las que tendrá el sector mallorquín para dar respuesta a la demanda de esta temporada media-baja.
Hacia la digitalización del mercado
Uno de los motivos que está detrás de este caudal de números prometedores es sin duda la inversión que la industria hotelera está dedicando a las nuevas tecnologías. El uso del big data en los portales web de los alojamientos se ha convertido en una constante para conocer mejor a la clientela y ofrecerle en consecuencia unos servicios más personalizados. Bajo esta línea, la idea pasa por seguir el modelo de otros entornos digitales que acumulan años de experiencia en una tarea así, como pueden ser el comercio electrónico y las plataformas de juegos de azar.
En el primero de los casos, las tiendas virtuales acostumbran a implementar en sus sistemas informáticos el análisis de datos a gran escala para detectar con exactitud cuáles son los gustos y las preferencias de los compradores, siempre a partir de la información que estos van dejando mientras navegan por la web. El big data permite de esta forma evaluar numerosas variables, como por ejemplo el tiempo que el cursor del ratón permanece sobre los distintos productos y categorías, las franjas horarias en las que se realizan determinadas compras o los métodos de pago más elegidos por el consumidor. Datos, en definitiva, que ayudan a concretar hábitos, tendencias y comportamientos.
Lo mismo sucede con los espacios que se dedican al juego en internet, que han acabado especializándose en el empleo de estas herramientas para saber cómo son sus jugadores y qué necesitan en cada momento. A día de hoy, cualquier casino en vivo destina gran parte de su presupuesto a instalar este tipo de tecnologías, especialmente con el objetivo de analizar datos puedan resultar productivos. Gracias a estos, la industria del juego tiene la opción de conocer, por ejemplo, cuáles son las temáticas de las máquinas tragamonedas con mejor grado de aceptación, qué características de las salas son más exitosas o cuáles son las experiencias de los usuarios durante las sesiones.
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