Sucesos / Mallorca / Palma
La Policía Nacional ha detenido a tres jóvenes que habían ocupado un local deshabitado en el barrio de Son Cotoner de Palma
Se trata de dos chicos de 19 y 22 años de origen brasileño y colombiano respectivamente, así como una chica menor de edad.
![[Img #55243]](https://mallorcactual.com/upload/images/12_2022/8516_1405335_670.jpg)
El local en cuestión había sido una antigua sucursal bancaria y la propiedad había contratado los servicios de una central de alarmas y seguridad privada.
En el día de ayer, sobre las 07:40 horas saltó la señal de alarma alertando de una intrusión, un vigilante de seguridad se desplazó al lugar y pudo comprobar que habían instalado una cadena con un candado en la puerta y gente en su interior.
El vigilante les pidió que abrieran la puerta, pero las personas se negaron en repetidas ocasiones.
El vigilante avisó al propietario y a la Policía Nacional, explicando que quince minutos antes había hecho la ronda encontrando el local en orden y perfectamente cerrado y en ese período tan corto de tiempo accedieron al interior.
En vista de la inmediatez los agentes de atención al ciudadano de la Brigada de Seguridad Ciudadana solicitaron a los ocupantes del local que salieran, negándose a ello.
Los agentes tenían conocimiento que el pasado cinco de diciembre el local ya había sufrido una ocupación ilegal si bien los autores abandonaron el lugar voluntariamente.
Finalmente con la autorización del propietario, ante la inmediatez de los hechos y la ocupación momentánea, los agentes consiguieron abrir la puerta.
Al entrar se encontraron un parapeto de hierros y maderas sobre la puerta, oponiendo los ocupantes del interior fuerza física para evitar la entrada de los policías.
Los agentes consiguieron acceder al interior y los ocupantes se refugiaron en una segunda estancia del local, donde volvieron a realizar fuerza sobre la puerta.
Finalmente los policías accedieron al habitáculo y se encontraron a tres jóvenes, dos chicos mayores de edad y una menor.
Los mismos se negaron a identificarse y abandonar el local y finalmente ante la negativa reiterada se procedió a su detención como presuntos autores de un delito de desobediencia a los agentes de la autoridad.
En el interior del local no había enseres personales ni alimentos, careciendo de luz y agua.
El local en cuestión había sido una antigua sucursal bancaria y la propiedad había contratado los servicios de una central de alarmas y seguridad privada.
En el día de ayer, sobre las 07:40 horas saltó la señal de alarma alertando de una intrusión, un vigilante de seguridad se desplazó al lugar y pudo comprobar que habían instalado una cadena con un candado en la puerta y gente en su interior.
El vigilante les pidió que abrieran la puerta, pero las personas se negaron en repetidas ocasiones.
El vigilante avisó al propietario y a la Policía Nacional, explicando que quince minutos antes había hecho la ronda encontrando el local en orden y perfectamente cerrado y en ese período tan corto de tiempo accedieron al interior.
En vista de la inmediatez los agentes de atención al ciudadano de la Brigada de Seguridad Ciudadana solicitaron a los ocupantes del local que salieran, negándose a ello.
Los agentes tenían conocimiento que el pasado cinco de diciembre el local ya había sufrido una ocupación ilegal si bien los autores abandonaron el lugar voluntariamente.
Finalmente con la autorización del propietario, ante la inmediatez de los hechos y la ocupación momentánea, los agentes consiguieron abrir la puerta.
Al entrar se encontraron un parapeto de hierros y maderas sobre la puerta, oponiendo los ocupantes del interior fuerza física para evitar la entrada de los policías.
Los agentes consiguieron acceder al interior y los ocupantes se refugiaron en una segunda estancia del local, donde volvieron a realizar fuerza sobre la puerta.
Finalmente los policías accedieron al habitáculo y se encontraron a tres jóvenes, dos chicos mayores de edad y una menor.
Los mismos se negaron a identificarse y abandonar el local y finalmente ante la negativa reiterada se procedió a su detención como presuntos autores de un delito de desobediencia a los agentes de la autoridad.
En el interior del local no había enseres personales ni alimentos, careciendo de luz y agua.
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