Izquierda Española se reúne con la resistencia catalana al nacionalismo

Guillermo del Valle ha visitado Barcelona para reunirse con figuras destacadas del constitucionalismo catalán y "mostrar su apoyo y agradecimiento a las organizaciones comprometidas con la igualdad y los derechos de ciudadanía frente a las imposiciones nacionalistas".
 
Junto con Del Valle, han estado presentes en el encuentro representantes de Impulso Ciudadano, Asamblea por una Escuela Bilingüe y Escuela de Todos, José Domingo y Ana Losada y el padre de Canet de Mar, Javier Pulido, además del Catedrático de Filosofía del Derecho por la UB e impulsor de Izquierda Española en Cataluña Ricardo García Manrique.

"No se puede justificar la discriminación de ningún conciudadano por razones etnolingüísticas" ha afirmado Del Valle, añadiendo que"aún es más escandaloso si quien lo justifica son la izquierda oficial y los sindicatos, abandonando a su suerte a muchos trabajadores", ha declarado a raíz de la noticia del cese de un clarinetista sevillano y de un cocinero cordobés, ambos por no tener el nivel C1 de catalán.
 
"No hay lenguas propias e impropias. Es un peligroso relato nacionalista contra lo común, que sirve para recortar derechos y discriminar a una parte de la ciudadanía", resalta Del Valle.
 
Además, "la discriminación lingüística tiene un componente de segregación sobre las clases trabajadoras y sobre buena parte de la población inmigrante, que encuentra barreras adicionales que agravan su situación de vulnerabilidad."
 
En relación a la inmersión lingüística en la escuela catalana el líder de Izquierda Española ha recordado que "se debe garantizar la escolarización en la lengua común, el español, que es la que nos iguala a todos los ciudadanos."
 
"La oligarquía nacionalista utiliza la lengua como instrumento de separación política y dominación social, mientras escolariza a sus hijos en centros privados sin inmersión. El nacionalismo avanza en su proyecto reaccionario, con un gran coste en términos sociales y de igualdad. El sistema de inmersión es lesivo para los menores por razones pedagógicas y educativas. Y lo es especialmente para los más débiles", concluye.