Sucesos / Mallorca / Palma
Perdonan una deuda de 24.380 euros a una mujer en insolvencia tras ayudar a su expareja en un negocio y que el hombre no pagara las cuotas del préstamo
Además la abandonó cuando estaba embarazada y ella tuvo que pedir financiación para intentar salir adelante.
![[Img #70383]](https://mallorcactual.com/upload/images/12_2025/4354_15124843_670.jpg)
El Juzgado Mercantil número 3 de Palma de Mallorca ha perdonado una deuda de 24.380,63 euros a una mujer que cayó en insolvencia tras ayudar económicamente a su expareja cuando estaban junto en la apertura de un negocio. El hombre no sólo no pagó las cuotas del préstamo, sino que además abandonó el hogar cuando ella embarazada, lo que llevó a la mujer a recurrir a un préstamo personal y tarjetas de crédito para salir adelante. De este modo, la clienta de Bergadà Abogados ha sido exonerada del pasivo insatisfecho gracias a la Ley de la Segunda Oportunidad.
La causa principal de la insolvencia se remonta a 2006, cuando, la mujer solicitó un préstamo con ánimo de ayudar a su entonces pareja a emprender su negocio, bajo la promesa de que le devolvería el dinero, lo cual nunca sucedió. Poco después perdió su empleo y se quedó embarazada, pero, antes del nacimiento de su hijo, el padre abandonó el domicilio familiar, desentendiéndose completamente de sus responsabilidades personales y económicas.
Ante la imposibilidad de conseguir trabajo por su avanzado estado de embarazo y la falta de ingresos, la mujer no pudo pagar el alquiler de la vivienda y pidió un préstamo personal y usó tarjetas de crédito para afrontar los gastos esenciales como el alquiler, los suministros o la alimentación. “Quería salir adelante y por eso pedí el préstamo personal. Pensaba que así se arreglarían las cosas, pero todo empeoró, ya que la bola se hizo muy grande y empezaron unos años muy complejos”, recuerda.
El nacimiento de su hijo incrementó los gastos y la deuda, ya que los intereses de los préstamos y tarjetas de crédito eran muy elevados. Asimismo, la mujer tuvo dificultades para encontrar trabajo, pues el hecho de ser madre soltera y no obtener ayuda complicaba su búsqueda al tener que conciliar su vida laboral con la crianza de su hijo.
A ello, se sumó el embargo parcial de su nómina, “ya que mi expareja no había pagado las cuotas del préstamo. Llegó un punto en que pensé que no saldría de esa situación”. A su vez, también expresa que “tampoco quise pedir ayuda a mis padres ni familiares porque tenía vergüenza de la situación que estaba atravesando y pensaba que yo misma lo podría solventar, pero acabé con el agua al cuello”.
Además, aunque consiguió empleo e intentó ponerse al corriente de pago de sus deudas, el monto de éstas alcanzó una cantidad demasiado elevada para ella, lo que le impedía llegar a fin de mes. Y eso que en la empresa hacía horas extras, fines de semana y festivos para intentar mantener a su familia y cumplir con sus obligaciones.
La abogada que ha llevado el caso y socia fundadora de Bergadà Abogados, Marta Bergadà, indica que “cada cliente tiene hay una historia personal de esfuerzo y superación. En este caso, hablamos de una madre que se quedó sola durante el embarazo, sin ingresos ni apoyo, y aun así luchó por sacar adelante a su hijo”.
Su situación comenzó a mejorar el pasado mes de marzo, cuando un familiar le habló de Bergadà Abogados, ya que sabía que eran especialistas en la Ley de la Segunda Oportunidad, y le dijo que habían logrado numerosos casos de éxito. Se puso en contacto “y en la primera reunión ya tuve buenas sensaciones”. Por su parte, Marta Bergadà comenta que “con la documentación aportada constatamos que se trataba de una deudora de buena fe, por lo que nos pusimos a trabajar en su caso de inmediato”.
A su vez, la clienta de Bergadà Abogados recuerda que “las llamadas de las empresas de recobro de deudas y de las entidades bancarias fueron un acoso y me ponían al límite”. Eso hizo que “no pudiera dormir, ya que veía que no podía avanzar ni hacer absolutamente nada”. No obstante, “confiaba en el equipo plenamente, pero he de reconocer que también tenía cierto miedo e incertidumbre”.
La buena noticia se produjo recientemente, cuando la titular del Juzgado Mercantil número 3 de Palma de Mallorca perdonaba a la mujer una deuda que ascendía a 24.380,63 euros gracias a la Ley de la Segunda Oportunidad. “Cuando me llamaron de Bergadà Abogados para decirme que se me había exonerado del pasivo insatisfecho me puse a llorar. Estaba en una nube y no sabía cómo procesar la información. Además, fue el día de mi cumpleaños y ese fue el mejor regalo que pude recibir”. Por esta razón, “ahora empiezo una nueva vida y podré dormir mucho más tranquila”.
Por su parte, Marta Bergadà señala que “este caso refleja a la perfección la razón por la que existe la Ley de la Segunda Oportunidad: Ofrecer una salida real a personas que, por circunstancias vitales ajenas a su voluntad, se ven atrapadas en una espiral de deudas. Nuestra clienta hizo todo lo posible por salir adelante, incluso trabajando fines de semana y festivos, pero la situación era insostenible. Gracias a esta resolución, podrá empezar una nueva etapa libre de cargas y con esperanza”.
Además, concluye diciendo que “en Bergadà Abogados seguimos viendo cómo la Ley de la Segunda Oportunidad cambia vidas. Nuestro compromiso es acompañar a quienes atraviesan situaciones de insolvencia y demostrar que, con asesoramiento especializado, siempre hay una salida”.
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El Juzgado Mercantil número 3 de Palma de Mallorca ha perdonado una deuda de 24.380,63 euros a una mujer que cayó en insolvencia tras ayudar económicamente a su expareja cuando estaban junto en la apertura de un negocio. El hombre no sólo no pagó las cuotas del préstamo, sino que además abandonó el hogar cuando ella embarazada, lo que llevó a la mujer a recurrir a un préstamo personal y tarjetas de crédito para salir adelante. De este modo, la clienta de Bergadà Abogados ha sido exonerada del pasivo insatisfecho gracias a la Ley de la Segunda Oportunidad.
La causa principal de la insolvencia se remonta a 2006, cuando, la mujer solicitó un préstamo con ánimo de ayudar a su entonces pareja a emprender su negocio, bajo la promesa de que le devolvería el dinero, lo cual nunca sucedió. Poco después perdió su empleo y se quedó embarazada, pero, antes del nacimiento de su hijo, el padre abandonó el domicilio familiar, desentendiéndose completamente de sus responsabilidades personales y económicas.
Ante la imposibilidad de conseguir trabajo por su avanzado estado de embarazo y la falta de ingresos, la mujer no pudo pagar el alquiler de la vivienda y pidió un préstamo personal y usó tarjetas de crédito para afrontar los gastos esenciales como el alquiler, los suministros o la alimentación. “Quería salir adelante y por eso pedí el préstamo personal. Pensaba que así se arreglarían las cosas, pero todo empeoró, ya que la bola se hizo muy grande y empezaron unos años muy complejos”, recuerda.
El nacimiento de su hijo incrementó los gastos y la deuda, ya que los intereses de los préstamos y tarjetas de crédito eran muy elevados. Asimismo, la mujer tuvo dificultades para encontrar trabajo, pues el hecho de ser madre soltera y no obtener ayuda complicaba su búsqueda al tener que conciliar su vida laboral con la crianza de su hijo.
A ello, se sumó el embargo parcial de su nómina, “ya que mi expareja no había pagado las cuotas del préstamo. Llegó un punto en que pensé que no saldría de esa situación”. A su vez, también expresa que “tampoco quise pedir ayuda a mis padres ni familiares porque tenía vergüenza de la situación que estaba atravesando y pensaba que yo misma lo podría solventar, pero acabé con el agua al cuello”.
Además, aunque consiguió empleo e intentó ponerse al corriente de pago de sus deudas, el monto de éstas alcanzó una cantidad demasiado elevada para ella, lo que le impedía llegar a fin de mes. Y eso que en la empresa hacía horas extras, fines de semana y festivos para intentar mantener a su familia y cumplir con sus obligaciones.
La abogada que ha llevado el caso y socia fundadora de Bergadà Abogados, Marta Bergadà, indica que “cada cliente tiene hay una historia personal de esfuerzo y superación. En este caso, hablamos de una madre que se quedó sola durante el embarazo, sin ingresos ni apoyo, y aun así luchó por sacar adelante a su hijo”.
Su situación comenzó a mejorar el pasado mes de marzo, cuando un familiar le habló de Bergadà Abogados, ya que sabía que eran especialistas en la Ley de la Segunda Oportunidad, y le dijo que habían logrado numerosos casos de éxito. Se puso en contacto “y en la primera reunión ya tuve buenas sensaciones”. Por su parte, Marta Bergadà comenta que “con la documentación aportada constatamos que se trataba de una deudora de buena fe, por lo que nos pusimos a trabajar en su caso de inmediato”.
A su vez, la clienta de Bergadà Abogados recuerda que “las llamadas de las empresas de recobro de deudas y de las entidades bancarias fueron un acoso y me ponían al límite”. Eso hizo que “no pudiera dormir, ya que veía que no podía avanzar ni hacer absolutamente nada”. No obstante, “confiaba en el equipo plenamente, pero he de reconocer que también tenía cierto miedo e incertidumbre”.
La buena noticia se produjo recientemente, cuando la titular del Juzgado Mercantil número 3 de Palma de Mallorca perdonaba a la mujer una deuda que ascendía a 24.380,63 euros gracias a la Ley de la Segunda Oportunidad. “Cuando me llamaron de Bergadà Abogados para decirme que se me había exonerado del pasivo insatisfecho me puse a llorar. Estaba en una nube y no sabía cómo procesar la información. Además, fue el día de mi cumpleaños y ese fue el mejor regalo que pude recibir”. Por esta razón, “ahora empiezo una nueva vida y podré dormir mucho más tranquila”.
Por su parte, Marta Bergadà señala que “este caso refleja a la perfección la razón por la que existe la Ley de la Segunda Oportunidad: Ofrecer una salida real a personas que, por circunstancias vitales ajenas a su voluntad, se ven atrapadas en una espiral de deudas. Nuestra clienta hizo todo lo posible por salir adelante, incluso trabajando fines de semana y festivos, pero la situación era insostenible. Gracias a esta resolución, podrá empezar una nueva etapa libre de cargas y con esperanza”.
Además, concluye diciendo que “en Bergadà Abogados seguimos viendo cómo la Ley de la Segunda Oportunidad cambia vidas. Nuestro compromiso es acompañar a quienes atraviesan situaciones de insolvencia y demostrar que, con asesoramiento especializado, siempre hay una salida”.




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