Aldeas Infantiles SOS subraya que uno de cada cuatro niños, niñas y adolescentes de las Islas Baleares se encuentra en riesgo de pobreza y exclusión social. Para compensar esta desigualdad, la organización trabaja con niños, niñas, adolescentes y familias de la ciudad de Palma en situación de vulnerabilidad, a quienes ofrece el acompañamiento y herramientas necesarias para promover entornos familiares seguros, protectores y afectivos, facilitando el desarrollo integral de la infancia.

El 24,9 % de todas las personas menores de 18 años de las Islas Baleares se encuentran en riesgo de pobreza y exclusión social, frente al 34,1 % de la población menor de edad que pasan por estas dificultades en España. En términos absolutos, esto implica que más de 50.000 niños, niñas y adolescentes de la región crecen en el seno de familias con problemas serios para cubrir sus necesidades básicas y para estar plenamente integradas en la sociedad.

Islas Baleares es la tercera comunidad autónoma de España con menor proporción de niños, niñas y adolescentes en riesgo de pobreza y exclusión social, y también ha experimentado la segunda mayor reducción de este porcentaje a nivel nacional, solo por detrás de Galicia. Sin embargo, la situación por la que pasan los más de 50.000 niños, niñas y adolescentes baleares afectados compromete su derecho a gozar de una salud, vivienda, educación y ocio de calidad.

Para estos niños, niñas y adolescentes, así como para sus familias, estas carencias conllevan dificultades para mantener hogares seguros, contar con una alimentación equilibrada, cubrir gastos en material educativo o realizar actividades extraescolares, deportivas, culturales o sociales, entre otras cosas. Una realidad que les sitúa en una posición de desventaja, que contribuye a aumentar la desigualdad y que obstaculiza su integración social.

Además, estas desigualdades no solo condicionan el bienestar físico, perjudican el rendimiento escolar o limitan el desarrollo social de los niños, niñas y adolescentes. Las carencias materiales, las tensiones derivadas de la precariedad o la falta de condiciones de vida saludables aumentan el estrés, la ansiedad y los problemas emocionales en ellos y en sus familias. Estas dificultades tienden a perpetuarse en el tiempo, generando brechas en las oportunidades de desarrollo.

La labor de Aldeas Infantiles SOS en las Islas Baleares

A lo largo de 2024, Aldeas Infantiles SOS ofreció atención a 194 niños, niñas y adolescentes y a 54 familias de las Islas Baleares a través de diferentes Programas de Prevención.

Desde su Centro de Día de Palma, Aldeas Infantiles SOS ofreció ayuda a 143 niños, niñas y adolescentes y a 22 familias en situación de vulnerabilidad que habían sido derivadas por servicios sociales, centros escolares y servicios de atención primaria. Además de material escolar apropiado, facilitó alimentos y artículos de primera necesidad de manera excepcional. Asimismo, prestó especial atención a la salud mental de los niños, niñas y adolescentes. 

El trabajo que la organización de atención directa a la infancia realiza en su Centro de Día tiene un enfoque integral orientado a fortalecer las capacidades de las familias desde una perspectiva socioeducativa, preventiva y personalizada para reducir los factores de riesgo y fomentar su bienestar. Por las tardes, los niños, niñas y adolescentes reciben refuerzo escolar, acceden a dispositivos digitales y gozan de meriendas, talleres educativos, actividades lúdicas, deportivas y culturales. Por las mañanas, el esfuerzo se dirige a las familias, fortaleciendo sus habilidades parentales y dando formación en áreas como la alfabetización digital y la búsqueda de empleo.

Para realizar esta labor, Aldeas tiene equipos multidisciplinares formados por profesionales de la educación, del trabajo social, de la psicología y de la pedagogía, quienes trabajan en colaboración con centros educativos, terapeutas y servicios sociales.

Además, el Programa de Familias de Aldeas Infantiles SOS apoyó a otros 51 niños y niñas y a otras 32 familias de las Islas Baleares en situación de vulnerabilidad y/o en riesgo de perder el cuidado parental, promoviendo vínculos saludables a través de orientación psicosocial, terapia, formación en parentalidad positiva y actividades grupales. Asimismo, el programa también ofrece atención psicológica e impulsa la inserción laboral y la formación de las madres y los padres.

La organización de atención directa a la infancia desarrolla este programa, dirigido a niños, niñas, adolescentes y familias derivados de servicios sociales, centros sanitarios y educativos, servicios comunitarios y entidades privadas, a partir de una perspectiva multidisciplinar y de proceso, en la que son las familias y sus hijos e hijas quienes crean los hogares seguros, estables y afectivos.